La lluvia de la noche, dio paso a un día mágicamente soleado y con él un despertar casi perfecto... solo faltabas tú... miré el calendario y marcaba un día menos para tenerte a mi lado de nuevo y la ilusión se acobijo en mi alma, el corazón se me acelero como una adolescente enamorada y la alegría avivo mi mañana... entre los sabores afrodisíacos de las maravillas del mar, te pensé, te desee tanto, que ya te tuve sin estar contigo... me dispuse a entregarme nuevamente en el cuerpo de un lienzo y su alma llena de colores... te imagine mientras pintaba, y entre el rojo de la pasión y el amarillo de la ilusión, estaba la pureza del blanco... aquella pureza que encontré el primer día que te mire a los ojos y nos entregamos en un beso... aquella pureza que marcó nuestras noches y aquietó nuestros días...
Hoy me permití soñar, sentí de nuevo esas mariposas que anidaste en mi corazón, y reviví cada beso, desde el más inocente y dulce, hasta el más apasionado y atrevido... desplace a la soledad, aunque ella me observo desde lejos, mientras en medio de mi sueño, sonreía al pensarte... te soñé... y empecé el conteo regresivo, aquel que me traerá de nuevo la ilusión del abrazo que sello nuestro pasado y dio paso a este presente...
Autor Monica Monsalve
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