jueves, 12 de abril de 2018

Amore fugace día 4 - Monica Monsalve

Día 4: La habitación 

Es un día más... y con él me acompaña la misma sonrisa desde la primera noche que tentamos al destino con nuestro encuentro... has decidido compartir algo de ti, eso que te acerca un poco a lo que yo soy... Esa alma expuesta entre las líneas de la escritura... has visitado a la mágica  Dulcinea y a pocos minutos de nuestro usual encuentro nocturno, las palabras se acortan... Temerosa y con la fuerza un poco quebrantada, asumí el riesgo de estar solos en medio de una habitación, aun sabiendo la poca voluntad de nuestros cuerpos al besarnos, cuando las mariposas siguen ardiendo y el sueño de los adolescentes aún resplandece en nuestros corazones... distrayendo a la mente con una pantalla de la que alardeamos estar interesados, cuando nuestros instintos nos impulsan a la pasión... ¿Pero quién puede apagar todo este fuego que arde en medio de cuatro paredes?  solo el mismo fuego puede detenernos... los cielos se abren, se enmudecen los ojos y las manos, la voz se queda ciega y las palabras se enredan en la garganta... un abrazo excitante nos ha llevado a vencer la tentación, nuestras almas tan segadas han preferido al amor... y con esta noche que termina, empieza una nueva ilusión...
Es un día más... y así como en la cuarta noche de nuestro idilio, las palabras se esfuman... nuestra soledad se apodera de nuestra distancia... y solo en nuestros pensamientos, se conectan nuestras almas...

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