Ha sido un día especial, la nostalgia, las emociones y el miedo me acompañaron al abrir los ojos... el cielo se encontraba radiante, y me preguntaba si había una razón para no ser feliz en medio de tanta inmensidad... me pose en el balcón con mi taza de café y en medio de lágrimas le hable a Dios desde mi silencio, quien más que él que conoce mi pasado, porque he llorado, por lo que he luchado... nadie más que él sabe que lo único que anhelo es vivir el verdadero amor desde la fe, la verdad y magia de la pureza del alma... hablé con él y lo sentí muy cerca de mí, le pedí perdón por no confiar en los planes que él tiene para mí, que sé que son perfectos... le dije de mis temores y le conté de esta pequeña historia que se ha hecho grande en mi corazón... le confesé que no entendía como, pero yacía en mi la más grande ilusión, que me había enamorado de un hombre maravilloso, que nuestro encuentro fue lo más mágicamente irreal que se podía imaginar, le dije que vivimos noches de ensueño, que, desde un abrazo hasta un beso, fueron lo más pleno que ha vivido mi alma... pero que esa ilusión se había alejado un día, y que desde ese día, mis noches te extrañan como un lucero perdido en el firmamento... que desde ese día me envuelve el embeleso por tu amor... que desde ese día te espero... le conté también esto que hoy me agobia, que, al pasar de los días, tu alma está cada vez más fría y distante de la mía... que ya no hay conversaciones ni se habla de extrañar, ni de la emoción que trae tu pronto regreso... que entendí que ese te amo que escuché en una de esas mágicas noches, fue solo un impulso de tu corazón... que la alegría de haber pensado que existía una persona igual de enamorada del amor como yo, fue solo una ilusión... y que ahora me he creado una historia de mágico amor eterno, porque es lo que siempre he soñado...
me dispuse a entrar en una levedad absurda después de mi conversación con Dios... y en medio de una reacción alérgica a la entrega que tuve la noche anterior, ante el cuerpo de un lienzo... me sumergí en un sueño profundo... al despertar de nuevo, vi la esperanza, aquella me da mi alma, cuando me recuerda lo mucho que se amar, lo mucho entrego y lo mucho que estoy dispuesta a seguirlo entregando... porque es lo único realmente valioso que encuentro en esta vida... El amor...
Autor Monica Monsalve
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