martes, 14 de noviembre de 2017

Oscuridad, poema de María Tovar

Cómo hablar de oscuridad sin penetrar la niebla negra,
Sin descender a la bajeza del exquisito pecado,
Sin ocultarse tras la sombra de lo invisible,
Sin cruzar la mortal muralla de lo insensible.

Cómo sentir la oscuridad si no has amado sin haber desangrado, 
Si no has bebido la amarga hiel del suspiro ignorado,
Si la inmensa marea de agonías inciertas no has surcado.

Cómo ignorar la oscuridad si el misterio te ata,
Si la  noche te atrapa, si la tenebrosidad te clama
Si la sombra te acoge, si hasta el silencio calla.

Cómo no encontrar la oscuridad en un siniestro imperio,
Entre galernas de miedo, entre memorias del destierro,
Deambulando por truculentos abismos de zozobra y desespero.

Cómo no vivir en la oscuridad si la luz en su lecho  duerme, 
Si la muerte inerte en un callado rincón aguarda,
Si la lánguida tristeza reposa en el campo yermo,
Si la tibia primavera fue arrasada por el invierno.

¿Cómo no aclamar la oscuridad?
¿Cómo la noche inundó al mar?
¿Cómo la hierba sucumbió a las tinieblas?
¿Cómo la helada brisa, cegó una sonrisa?
¿Cómo no aclamar la oscuridad?

Poema de María Tovar.

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