domingo, 10 de junio de 2018

A la soledad... Andrés Calle.

Acompasado por el tictac del gato de la fortuna
el deseo de inspirar unos versos buenos
que salgan despavoridos de mi pecho
como vómito de alcoholizado.
Que queden como irrefutable prueba
de esta mi soledad que existe entre los hombres.
Una cama destendida y un pocillo sin oreja
testigos inmóviles de esta sensación de absoluto.
Como el árbol que se yergue en un desierto
como una amapola en medio de una espesa selva
como la última botella de vino en el 
estante de un supermercado cerrado
habítame la soledad sublime,
que vengas desmedida pido,
no seas cuidadosa y
arremete con violencia. 
Sácame pronto
de esta 
realidad de bien-alimentados 
autómatas.

Autor Andrés Calle.

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