viernes, 12 de enero de 2018

Estragos - Juan Salazar Gonzáles

Tal vez, sin buscar intuimos al error más común en desechar pormenores como su
nuevo amanecer rescatamos esperanzas insatisfechas, promoviendo el adiós…La
puerta del alma amansa nuestra soledad. ¡Soy el maldito silencio, escondido entre los
escombros de nuestra virtud! ¡Pecadores! Seguidor de la brusca desilusión entre el
amor y el odio. ¡Hombre! Consentimos agravios como ofrenda y maldecimos
divinidades en medio de un cielo pecaminoso, haciendo de nuestro mundo un infierno
mientras el desierto conjuga un sentimiento inmaculado. Dioses impuros, ¡injustos!
Amantes de constantes destellos.

¡Tiempo! ¡Tiempo! ¡Tiempo! Vocifera un recuerdo efímero plasmado en avenidas
flageladas del tormento, personas encasilladas con el mundo de una sociedad
aparente, máscaras autoritarias componen sonetos desvanecidos, anonadados con
hipocresía mutua.

¡Soy un dios! Imperfecto, mediante defectos, errores y pecados pero…¡soy un dios!
La egolatría permanente fluye en las cuatro paredes de mi alma.

¡Dios! ¿Quién es dios? Una idea fluida del pecado y la creación pesimista de entes
opuestos a imaginación inconsistente.


Sobre el autor:

Juan Salazar Gonzáles

Tal vez el mañana se encuentre escondido en nuestros sueños tan efímeros, si la
muerte conlleva responsabilidad entre su destino el silencio ameniza cálidos
recuerdos.
Soy natural de Amazonas – Perú, por muy precario que suene mi existir una sonrisa
esconderá miles de insatisfacciones pues a mis cortos 22 años el tiempo no fue
generoso cosechando derrotas por doquier y emulando una victoria insurrecta.
Salazar Gonzales Leonardo, benditos pronombres personales que marcan el
impertinente desaire existencial. Muchos me tildan como un precoz escritor pero no
hacen más que catalogar a cualquier individuo por intermedio de características
fugaces.
No tengo más que contar porque las acciones conllevan un sinfín de especulaciones y

nuestro imaginario sonríe.

No hay comentarios:

Publicar un comentario